- La rigurosidad de
la disciplina primando sobre la espontaneidad de la creación.
- El estricto
ceñirse a la norma sin permitir la particularidad del artista.
- El predominio de
la razón sobre el sentimiento y de lo racional sobre la libre imaginación.
Además, el afán de
separar cada género literario de acuerdo a lo que la disciplina de tal género
indicaba, y éste en subgénero.
Principales Representantes
Pierre Carlet de Chamblain de Marivaux (París, 4 de febrero de 1688 - 12 de febrero de
1763) fue un novelista y dramaturgo francés.
Marivaux provenía
de una familia originaria de Normandía, que había suministrado a varios
senadores en el parlamento de la provincia, su padre Nicolas Carlet era un
funcionario de la administración de la marina hasta justo su nacimiento en
1698. En 1698, se trasladó su familia a Riom, donde había sido nombrado
Director de la Casa de la Moneda, y a continuación, a Limoges. Su madre, era Marie-Anne
Bullet.
Se convirtió en un
alumno de la Congregación del Oratorio de San Felipe Neri en Riom. En 1710, su
objetivo es seguir el camino de su padre y estudiar en la escuela de leyes en
París. Después de su encuentro con Fontenelle,empezó la asistencia al salón
literario de Madame de Lambert,donde se inició en el preciosismo social y
cultural.
Principales obras:
Le Père prudent et
équitable 1706
L'Amour et la
Vérité 1720
Arlequin poli par
l'amour 1720
Alexander Pope
(Londres, 21 de mayo de 1688 – Londres, 30 de mayo de 1744), es uno de los
poetas ingleses más reconocidos del siglo XVIII, destacando particularmente por
sus traducciones de los textos de Homero y su poesía satírica.
Aunque había
escrito poesía desde los 12 años, se considera que su primera contribución
importante al mundo literario fue su Ensayo sobre la crítica, que publicó en
1711, a los 23 años de edad. A este siguió «El rizo robado» (1712, edición
revisada en 1714), su poema más conocido; «Eloisa a Abelardo» y la «Elegía a la
Memoria de una Dama» (1717). Escribió también varios trabajos más cortos, de
los cuales los mejores quizás son las epístolas a Martha Blount. De 1715 a
1720, trabajó en la traducción de la Ilíada de Homero. Animado por la excelente
recepción de ésta, Pope tradujo la Odisea (1725-1726) con William Broome y
Elijah Fenton.
En su escrito de
1734 Pope realizó una importante consideración sobre la influencia de los
pintores paisajistas en los proyectos de jardinería cuando escribió lo
siguiente: "Todo el arte de los jardines depende de la pintura de
paisajes[...] como si fuera un paisaje colgado" (all gardening is
landscape painting [...]just like landscape hung up).1
El éxito comercial
de sus traducciones convirtió a Pope en el primer poeta inglés en poder vivir
únicamente de las utilidades generadas por sus obras, “sin deudas a príncipe
alguno u hombre para que viva”, como él mismo dijo. Durante este período Pope
también publicó una edición de Shakespeare, que “regularizaba” su métrica de
manera discreta.
También reescribió
en varias partes el verso de su compatriota. Lewis Theobald y otros eruditos en
el tema atacaron la edición de Pope. Aquello desató la furia del traductor e
inspiró la primera versión de su sátira, «la Dunciada» (1728), primero de los
poemas satíricos y morales de su período final. Otros de los poemas más
significativos de aquella época fueron los «Ensayos sobre la moral» (1731 –
1735), «Imitaciones de Horacio» (1733-1738), la «Epístola a Arbuthnot» (1735),
el «Ensayo sobre el hombre» (1734) y una edición extendida de «la Dunciada»
(1742) en la cual Colley Cibber tomó el lugar de héroe que Theobald ocupaba.
Alexander Pope,
circa 1727.
Pope trató
directamente los problemas intelectuales, políticos y religiosos más
importantes de su era. Fue él quien desarrolló el pareado heroico más allá de
lo que ningún poeta había logrado anteriormente. Los grandes poetas que le
siguieron lo usaron menos que aquellos que le precedieron, pues para ellos
había disminuido su utilidad.
Pope escribió
igualmente un epitafio, ahora famoso, para Sir Isaac Newton:
La naturaleza y sus
leyes yacían ocultas en la noche;
Dijo Dios “que sea Newton” y todo se hizo luz.
(Nature and nature's
laws lay hid in night;
God said 'Let Newton be'
and all was light.)
A lo que Sir John Collings Squire agregó luego
el pareado:
Pero esto no duró: pues el diablo exclamó:
“Que Einstein sea”, así el dilema restauró.
(It did not last: the
devil, shouting “Ho.
Let Einstein be”
restored the status quo.)
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