martes, 17 de septiembre de 2013

8. Modernismo.

•   El rechazo de la realidad cotidiana, ante la cual el escritor puede huir en el tiempo (evocando épocas pasadas y mejores) o en el espacio (muchos de los poemas se desarrollan en lugares exóticos y lejanos).
•   Una actitud aristocratizante y cierto preciosismo en el estilo, así como la búsqueda de la perfección formal (de inspiración parnasiana) que se aprecia no sin cierto individualismo.
•   La búsqueda de la belleza se consigue a través de imágenes muy plásticas y acercamiento a las artes, de una adjetivación con predominio del color y con imágenes relacionadas a todos los sentidos, así como con la musicalidad que produce el abuso de la aliteración, los ritmos marcados y la utilización de la sinestesia (influencias del simbolismo).
•   Tanto la fidelidad a las grandes estrofas clásicas como las variaciones sobre los moldes métricos, utilizando versos medievales como el alejandrino, el dodecasílabo y el eneasílabo; con aportes de nuevas variantes al soneto.
•   El uso de la mitología y el sensualismo.
•   Una renovación léxica con el uso de helenismos, cultismos y galicismos, que no buscaba tanto la precisión como el prestigio o la rareza del vocablo.
•   El deseo innovador que aspiraba a la perfección que apreciaban en la literatura europea.
•   La adaptación de la métrica castellana a la latina.
•   El culto a la perfección formal, con poesía serena y equilibrada.

Principales representantes.

Manuel Gutiérrez Nájera (Ciudad de México, 22 de diciembre de 1859 - ibídem, 3 de febrero de 1895) fue un escritor, poeta y periodista mexicano, trabajó como observador cronista. Debido a que trabajó en distintos periódicos, utilizó múltiples seudónimos, no obstante, entre sus contertulios y el público, el más arraigado fue: El Duque Job.
Se le considera el iniciador del modernismo literario en México. Perteneció a una familia de clase media. Escritor y periodista toda su vida, inició su carrera a los trece años. Escribió poesía, impresiones de teatro, crítica literaria y social, notas de viajes y relatos breves para niños. El único libro que vio publicado el duque en vida, fue una antología de cuentos a la que llamó: Cuentos Frágiles (1883); fue uno de los fundadores de la Revista Azul, órgano de difusión del modernismo en México. Gran parte de su obra apareció en diversos periódicos mexicanos bajo multitud de seudónimos: El Cura de Jalatlaco, El Duque Job, Puck, Junius, Recamier, Mr. Can-Can, Nemo, Omega, etc. Se escudaba en esa diversidad para publicar distintas versiones de un mismo trabajo, cambiando la firma y jugando a adaptar el estilo del texto a cada seudónimo.
Escribió poesía romántica y amorosa. Gustó de lo afrancesado y de lo clásico, como era habitual en los intelectuales mexicanos y la alta sociedad de su tiempo. Nunca salió de México y en pocas ocasiones de su ciudad natal, pero sus influencias son europeas: Musset, Gautier, Baudelaire, Flaubert, Leopardi.1 Siempre anheló unir el espíritu francés y las formas españolas.
Su madre, ferviente católica empeñada en que su hijo fuera sacerdote, le impuso la lectura de los místicos españoles del Siglo de Oro y la formación en el seminario, influencia que se vio compensada por la fuerte corriente positivista de la sociedad de la época que pugnaba en sentido contrario. Gutiérrez Nájera abandonó el seminario a los pocos años, y cambió a San Juan de la Cruz, Santa Teresa y Fray Luis de León, que no obstante siempre influirían en su obra, por los autores franceses del siglo y por la práctica cotidiana de la literatura en periódicos locales como El Federalista, La Libertad, El Cronista Mexicano o El Universal. En 1894 fundó, con Carlos Díaz Dufoo, La Revista Azul, publicación que lideró el modernismo mexicano durante dos años.
A Manuel Gutiérrez Nájera se le define como «especie de sonrisa del alma» por la gracia sutil de su estilo, elegante, delicado y con ternura de sentimientos.2 En el fondo fue siempre poeta romántico. Entre sus obras poéticas más importantes se encuentran: La Duquesa Job, Hamlet a Ofelia, Odas Breves, La Serenata de Schubert y el afamado poema «Non omnis moriar» (No moriré del todo). Cultivó la prosa en cuentos, a los que aportó una nueva forma, y en crónicas: el libro de relatos Cuentos Frágiles fue el único que publicó en vida como tal, pero ordenó con distintos criterios sus entregas a periódicos y revistas: Cuentos del domingo, Cuentos vistos, Cuentos color de humo, Crónicas color de oro, Crónicas color de lluvia, etc. lo que ha orientado los criterios de sus editores.
Principal obra:
“El duque de Job” (México, 1859-1895) 11, marzo 2008


Guillermo Valencia Castillo (Popayán, Colombia, 20 de octubre de 1873 - Popayán, Colombia, 8 de julio de 1943) fue un poeta y político colombiano. Fue pionero del Modernismo en Colombia. Además, fue diplomático y candidato presidencial, creador de una poesía pictórica con influencias del romanticismo y del parnacianismo.
Nació en Popayan, departamento del Cauca, el 20 de octubre de 1873, hijo de Joaquín Valencia Quijano y Adelaida Castillo Silva. Quedó huérfano a los diez años de edad. Gracias a su hermano mayor consiguió estudiar en el colegio de San José De LaSalle, ubicado en guapi, donde empezó a demostrar su inclinación a la poesía.
De muy joven ingreso a la política (diputado a los 23 años, cuando ya había sido secretario de Hacienda en el Cauca desde dos años antes) y desempeñó puestos diplomáticos en Francia, Suiza y Alemania, y misiones diplomáticas en Brasil, Chile y Perú; fue jefe civil y militar del Cauca (1901), gobernador, y senador de la República desde 1908. Candidato dos veces a la presidencia de la República, fue derrotado en ambas ocasiones. Fue un gran orador, un político discutido y discutible, y un excelente poeta; conservador en política y modernista en poesía, ello entrañaba una contradicción que hoy no se advierte tan bien como entonces.
Principales obras:

En su trayectoria poética, se pueden reconocer tres etapas; en la primera tendió al parnasianismo, después siguió la línea del simbolismo francés, y, por fin, recibió la influencia de Rubén Darío y el modernismo. Su único libro original de versos fue Ritos, compuesto entre 1896-98 y publicado por segunda vez en Londres, en 1914. Luego compuso muchos otros poemas, algunos incluso de mayor valor que los de Ritos, buena parte de los cuales fueron publicados en 1952 en su Obra poética completa. Otra de sus obras fue Catay (publicada en 1929), en la que recoge distintos poemas chinos, traducidos en verso al español a partir de una versión francesa en versos.

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